Hoy os quiero compartir una experiencia importante para mi y que creo puede ser un testimonio interesantes para vosotras. Hace unos días terminé mi tratamiento de vitrificación de óvulos, criopreservación de mis ovocitos para el tener un plan B en el futuro en el momento que quiera ser mama.
Empecemos por el principio, yo siempre he tenido claro que quería ser mama, sobre todo desde que mi sobrina nació hace 10 años que despertó incluso más ese instinto maternal que siempre he tenido.
Pero estamos en una sociedad en el que el tiempo corre muy rápido, siempre hay cosas que hacer, el tiempo pasa volando y para cuando nos queremos dar cuenta nuestro reloj biológico nos ha cogido.
Hace unos meses decidí hacerme las pruebas necesarias para comprobar mi estado de fertilidad y mi conteo ovárico. Para eso fui a mi seguro médico privado y me hicieron una analítica con prueba de hormona antimulleriana, ecografía y exploración. Los resultados fueron muy buenos con lo que me daba el visto bueno para poder esperar un par de años para plantearme ser mama.
Pero con esta información y sabiendo que cada año el nivel de fertilidad puede variar mucho decidí buscar información sobre la vitrificación de óvulos, para poder preservar los óvulos en las buenas condiciones de ahora para el futuro.
Me puse en contacto con la clínica Tambre, Tempo fertility, donde desde la primera consulta con la doctora Elena Santiago me contaron todo el proceso del tratamiento, dejándome claro que en ningún momento esto me aseguraría poder ser madre, eso no se puede asegurar ni con 20 años ni con 40, ni con óvulos vitrificados o donados, pero que el preservar los óvulos en un momento de la vida en la que eres fértil y estas en buenas condiciones hace que puedas tener ese plan B por si en el futuro cuando decidas intentar ser mama la situación ha empeorado mucho, puedas hacer uso de ellos.
Así que nos pusimos manos a la obra para planificar los días porque para la punción final se necesita estar en reposo ese día y al día siguiente así que tenía que ser un momento donde tuviera esos días libres.
Tuvimos un primer intento para hacer coincidir la punción con semana santa pero por temas de trabajo justo al comienzo del tratamiento yo tenía un nivel de trabajo muy alto y no iba a poder comunicar el proceso tal y como yo quería, así que lo pospusimos para coincidir la punción con el punte de primeros de Mayo.
Una vez con esto concretado empezamos a planificar el tratamiento que tiene que empezar dos días después de que me llegará el periodo, así que tuve que estar tomando la píldora durante unos 10 días para poder hacer coincidir todo.
El día 23 fuí a hacerme una ecografía y comprobar mis niveles de hormonas que estaban un poco altos un par de días antes porque todavía no me había bajado el periodo, con los niveles controlados pudimos empezar con el tratamiento.
Durante los 10-12 días de tratamiento tienes que ir inyectándote una serie de inyecciones con hormonas, la primera que tiene una liberación de 7 días te la inyectan en la clínica, y esa misma noche tienes que empezar con otra inyección que debes poner en casa todas las noches a la misma hora. Me enseñaron como ponerla y desde ese momento pude hacerlo yo sola en casa.
A los tres días tuve otra ecografia y me añadieron otra inyección con un producto para paralizar la ovulación, con lo que hacía 2 inyecciones todas las noches.
Seguí teniendo control de ecografías cada dos o tres días para comprobar como iban creciendo los ovocitos y como iban reaccionando.
A la semana del tratamiento, y con la primera inyección ya sin efecto tuve que añadir una tercera inyección todas las noches. Esto fue durante tres días hasta que me pusieron la inyección final dos días de la extracción.
El día antes tuve que tomarme unos antibióticos para evitar posibles infecciones.
Hasta este momento mis síntomas fueron sobre todo físicos, con hinchazón, pesadez, dolores abdominales y 5 días antes de la extracción tuve que dejar de ir al gimnasio para evitar una posible estrangulación de los ovarios.
El día de la extracción todo fue muy rápido, en 45 minutos pudieron extraer los 15 ovocitos que había podido estimular con la medicación, de los cuales 13 fueron maduros y se pudieron preservar.
Un número muy bueno de ovocitos, con lo que me hizo decidir no hacer una segunda ronda.
Ese día y el día siguiente los tomé totalmente de reposo, mi cuerpo me lo pedía y era lo que la ginecóloga me había prescrito.
Al tercer día de la operación ya pude retomar mi vida cotidiana, trabajando aunque sin esfuerzos, con molestias pero como de periodo y sin poder hacer ejercicio.
A día de hoy, han pasado como 10 días, estoy super contenta de poder haber hecho el tratamiento, mi periodo baja con normalidad, me siento bien y no noto nada diferente, solo que tengo ese plan B para el futuro.
El tratamiento de vitrificación de óvulos con 5 años de preservación de los mismos tiene un precio de 2.590€. Y si quieres hacer el tratamiento de vitrificación de óvulos con 1 año de preservación de los mismos tiene un precio de 1.995€.
Si decís que vais de mi parte en la clínica os harán un 5% de descuento.
Super recomendado, es un control sobre la posible maternidad que en mi caso me hace estar algo más tranquila y poder decidir cuando ser madre.
Espero que os haya gustado que haya compartido la experiencia.
Os dejo un vídeo con todos los detalles que he grabado para mis canales de youtube,
Nos vemos en la próxima y sed felices,